Esta ensalada la hice porque me acordé de la ensalada de berros con champiñones y jugo Maggi que me comía en México y me encantaba. Desafortunadamente en este país no hay berros, o por lo menos no los he encontrado en los cuatro años que tengo viviendo en Hamburgo. La única explicación que se me ocurre para la inexistencia de tan apreciada hierba, es por estos rumbos no los conocen, o no les gustan por picosos; no creo que sean difíciles de cultivar o conseguir, ya que por ejemplo en Inglaterra, cuyo clima es prácticamente igual de miserable que el clima alemán, sí es posible encontrarlos en supermercados grandes, como Asda. Por analogía recordé entonces que la ensalada de espinacas con champiñones, tocino y aderezo balsámico, espolvoreada con ajonjolí tostado, también es deliciosa, y que espinacas frescas se encuentran, aunque no siempre. Al aderezo le hice una variación a petición de mi marido, que adora el aderezo de mostaza y miel, y lo come con todo. Como yo no quise renunciar al color obscuro del balsámico, pues encontré un aderezo que satisface la demanda de todo el público votante, es decir, mi marido y yo. Aquí la receta:
INGREDIENTES PARA EL ADEREZO
1/2 taza de aceite de oliva virgen extra
1/8 taza de salsa de soya
2 cucharadas soperas de vinagre balsámico
1/8 taza de miel de abeja
1 cucharadita de mostaza dijon, o un poco más si se prefiere
Sal al gusto
INGREDIENTES PARA LA ENSALADA
1 manojo de espinacas "baby" lavadas
tocino picado y frito
8 champiñones limpios y cortados en láminas
Ajonjolí ligeramente tostado
PROCEDIMIENTO
Mezclar los ingredientes del aderezo con un batidor hasta lograr una emulsión homogénea y espesa.
Mezclar las espinacas con los champiñones y el aderezo. Agregar el tocino y espolvorear con el ajonjolí. Servir de inmediato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario