martes, 21 de agosto de 2012

HUEVOS AHOGADOS EN SALSA DE CHILE PASILLA CON NOPALITOS

Estoy a dieta...triste pero cierto. Y con lo antojadiza que soy, recientemente y, aprovechando que estoy de vacaciones en la escuela, me puse a buscar en mis recetarios platillos ricos que no tengan tantos carbohidratos y grasa, por ejemplo para el desayuno. En uno de mis libros de cocina mexicana me encontré la siguiente receta de huevos ahogados. Originalmente la salsa se sazona en dos cucharadas de manteca de cerdo, pero por obvias razones, decidí sazonarla en un chorrito (mínimo) de aceite de maiz. Obviamente no es para disfrutarse de manera frecuente, porque los huevos tienen un alto contenido de colesterol, pero para un domingo en la mañana resulta perfecta. Una ventaja adicional es que es rápida y fácil de preparar. En México los nopalitos se pueden encontrar frescos en todas partes, pero en Hamburgo se encuentran en Surimex y a veces, en Casa Latina, en escabeche. El chile pasilla se puede ordenar por internet a La Tortilla, en Munich. En lo personal, yo aprovecho cada vez que alguien de mis amigos va a México y le encargo mis chiles (¡gracias Cintia! te estoy esperando con los brazos abiertos...).


Ingredientes

  • 1/2 kilo de nopales tiernitos cortados en tiritas y cocidos, en mi caso, un frasco de nopalitos en escabeche la Costeña.
  • 6 jitomates grandes, asados y pelados
  • 4 chiles pasilla pequeños o dos grandes, remojados en agua caliente (se reserva un poco del agua para ponérsela a la salsa si está muy espesa)
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 cebolla pequeña
  • 8 huevos
  • aceite o manteca de cerdo para sazonar la salsa
  • Sal y pimienta al gusto




Procedimiento


 1.- Se licúan los jitomates con los chiles, el ajo, la cebolla y un poco de sal. Se cuelan y se fríen en el aceite a fuego lento, hasta que la salsa esté cocida y sazonada. Si se pone muy espesa se le agrega un poquito del agua donde se remojaron los chiles.

2.-Se añaden los nopales y se salpimenta la salsa.
















3.-Se añaden los huevos uno por uno, sin mover. Se dejan cocer al gusto en el caldillo, se rectifica la sazón y se sirven.